martes, diciembre 13, 2005

Historial 1


Uy, casi chillo sólo recordando cuando escribí esto. Muy depresivo para mi en una etapa medio jarta para mi. Pero pues ya es historia.


Nadie puede imaginarse el dolor de otra persona, pero lo supondrá de acuerdo al dolor que haya sentido cuando ha tenido una experiencia parecida. Pero en este caso nadie sabe cuánto estoy sufriendo, porque no conozco a alguien que haya tenido una experiencia parecida.

No es ningún dolor físico, pero tampoco es un dolor del alma de esos típicos que dan cuando hay depresión por un día nublado o por una canción melancólica. No. Es un dolor diferente, es un vacío en el estómago que no desaparece, que no te suelta lágrimas sino que te deja pensando en nada y cuando menos lo piensas sale una pequeña lágrima, que por ser una, no significa que no sea dolorosa.

Este tipo de dolor, yo lo descubrí. Es cuando toda tu vida se viene abajo. Cuando todo lo que has construido lo botas tú mismo a la basura. Cuando estás impotente a un futuro incierto y lúgubre, cuando te dan la espalda aquellas personas que más te conocen y a quienes más quieres. Cuando estás en un lugar que no se llama hogar, ni siquiera podría llamarse tu casa, porque te tratan como a un extraño. Cuando no te dan ganas de soltar una sonrisa, tan sólo un suspiro de nostalgia, tristeza y rabia al mismo tiempo, y sobre todo cuando no puedes estar con las personas que aún te quieren. Si hay alguien que haya sentido todo esto, entonces tal vez esté esperando que haya alguien como yo, con su misma situación, SOLO.

Porque si medito frente a lo que escribo veo a una persona en soledad, tal vez rodeada por demás personas, pero sola, que ha roto sus sueños, los de corto o largo plazo, eso no importa. Son sus sueños los que él mismo botó.

Tal vez esté llegando a extremos pero es así como me siento. Tal vez esté viendo muy lejos pero no quiero estar así. Tal vez es sólo un momento pasajero, pero ha sido la peor pesadilla que he tenido.

Cuando cierro los ojos mi mente empieza a pensar en muchas cosas (buenas y malas) hasta cuando de repente pareciera que me fuera a dormir, y tengo una sensación de alivio impresionante como si todos esos problemas hubieran desparecido. Me siento de pronto libre y tal vez se dibuje en mi una pequeña sonrisa. Pero despierto de un salto y esa sensación se va disipando y vuelve aquel maldito vacío en el estómago, repugnante, desgarrador y deprimente que me vuelve mierda cada vez que lo siento y me siento aún más solo y nada puedo hacer encerrado en este lugar al que alguna vez le llamé hogar.

Mierda! Si tan sólo me pudiera ir de aquí... aunque no sé si este vacío alguna vez desaparezca-.

No hay comentarios.: