jueves, febrero 16, 2006

salón blanco


Es grande el recinto. Acabo de entrar y hay mucha gente. Se nota que es gente importante porque actúan como si lo fueran. No quiero hablar con nadie que no conozca así que empiezo a buscar... Y si, allá al fondo está.
Veo que habla con mucha gente, y así yo esté muy lejos de ellos puedo oír lo que dice. Se ve feliz, comentando lo que dice. Esta al frente de mucha gente y su cara de orgullo por lo que comenta me deja a mi también feliz.
- En teoría ustedes lo saben todo, dice. Todos y cada uno de ustedes pueden enteder sus campos de una manera grande... pero les aseguro que él (osea yo) también lo puede... así sea de otra forma.
Se dirige entonces hacia los escritores mas famosos y les dice: Ustedes saben escribir de la forma más perfecta, más caligráfica y entendible, pero él... él me acaricia con sus palabras escritas y me llegan al corazón para amarlo aún más, puedo experimentar con sus toscas y cotidianas palabras lo que sentiría con una caricia o un beso.
Yo sigo distanciado del grupo pero puedo oír... Sé que habla de mi, y una sonrisa se dibuja en mi cara.
Ahora se voltea de nuevo y sonriente dice: Ustedes son los grandes filósofos y saben del mundo y del universo, pero él, él me enseña aún más. Me enseña a caminar con la mano cogida y con los ojos cerrados sobre el cielo, mientras duermo en su pecho. El me enseña que todo ser tiene algo que ofrecerme siempre y en todo momento.
Y por último gira y me mira a los ojos y me dice: Y tú, que eres mi inspiración y mi vida, tu que eres la persona de quien he estado hablando, y aún no me conoces, no te das cuenta de lo que eres y significas para mi. Te espero.
De repente despierto, con lágrimas en los ojos y los cierro de nuevo pensando "ojalá este si se cumpla, por favor que este sueño se cumpla". Y duermo de nuevo sin todavía conocer a la persona que se enorgullece de amarme y a quien yo amaría amar.

domingo, febrero 12, 2006

MI ALTER EGO


Nunca pude entender cómo fue de valiente como para irse de aquí...

Después de todo lo que le había pasado... si me hubiera pasado a mí, ya no estaría aquí, digo, en este mundo. Hubiera muerto. Lo sé. Pero si, definitivamente él fue valiente. Ahora debe estar caminando, no sé si con un rumbo, pero está caminando, no sé sin con alguna gana de estar aquí todavía.

Lo trataron de loco y poseído sólo por predicar lo que él pensaba. Y dicen que en estas tierras hay libertad de expresión, pero ni siquiera en el desierto en el que debe andar en este momento pueda ser libre del todo. Ni en estas tierras ni en ningún lado de este mundo se puede ser libre de pensamiento. El pensamiento no puede ser libre si tu vives en un mundo como éste, lleno de infamias, de hipocresía y de superficialidad.

Buscó y encontró algo de libertad... ¿Para bien? ¿Para mal? No sé si realmente importe, al fin y al cabo es libertad, no sólo física sino emocional, que creo que es la más importante, y la más gratificante.

Su madre le decía “calla, no digas más que te van a matar. ¿No entiendes acaso que en este pueblo nadie te querrá? ¡Busca uno de esos lugares extraños y bizarros para ser lo que quieres ser porque dentro de esta familia y en este lugar no vas a encontrar un lugar para tus pensamientos y opiniones!”

Pero él no era así, como yo. Él si lo decía todo como lo pensaba y yo suponía que tarde o temprano iba a terminar mal. Pero el que terminó mal fui yo. El ya se ha ido, mi compañía de tantos años salió en busca de su verdad y yo cada vez estaré más enterrado y asfixiado debajo de esto a lo que llaman sociedad.