domingo, febrero 12, 2006

MI ALTER EGO


Nunca pude entender cómo fue de valiente como para irse de aquí...

Después de todo lo que le había pasado... si me hubiera pasado a mí, ya no estaría aquí, digo, en este mundo. Hubiera muerto. Lo sé. Pero si, definitivamente él fue valiente. Ahora debe estar caminando, no sé si con un rumbo, pero está caminando, no sé sin con alguna gana de estar aquí todavía.

Lo trataron de loco y poseído sólo por predicar lo que él pensaba. Y dicen que en estas tierras hay libertad de expresión, pero ni siquiera en el desierto en el que debe andar en este momento pueda ser libre del todo. Ni en estas tierras ni en ningún lado de este mundo se puede ser libre de pensamiento. El pensamiento no puede ser libre si tu vives en un mundo como éste, lleno de infamias, de hipocresía y de superficialidad.

Buscó y encontró algo de libertad... ¿Para bien? ¿Para mal? No sé si realmente importe, al fin y al cabo es libertad, no sólo física sino emocional, que creo que es la más importante, y la más gratificante.

Su madre le decía “calla, no digas más que te van a matar. ¿No entiendes acaso que en este pueblo nadie te querrá? ¡Busca uno de esos lugares extraños y bizarros para ser lo que quieres ser porque dentro de esta familia y en este lugar no vas a encontrar un lugar para tus pensamientos y opiniones!”

Pero él no era así, como yo. Él si lo decía todo como lo pensaba y yo suponía que tarde o temprano iba a terminar mal. Pero el que terminó mal fui yo. El ya se ha ido, mi compañía de tantos años salió en busca de su verdad y yo cada vez estaré más enterrado y asfixiado debajo de esto a lo que llaman sociedad.

No hay comentarios.: