viernes, enero 13, 2006

De la Brava


Esa brava si que es brava! El guayabo de Padre y Señor Nuestro (frase mamá) es de no recordar nunca o sino podría ponerse uno a chillar de sólo acordarse del dolor de articulaciones, la terrible tembladera de manos, el vacío de estomago, la sed y la cara de paludismo que pudo darme la tan demandada agria. Lo peor es que ya había tenido una experiencia con brava y había pasado lo mismo. Por eso cuando llegué a la mesa y me preguntan "entonces qué, bravita?" yo dudé un resto y hasta alcancé a decir "uy no! brava no! eso deme una costeñita fría que con eso me contento" Lukas y concha se quedan mirándome con la cara que saben poner de "ay a ver, dah!" y conchita habla "tres bravas porfa" y de ahí en adelante la perdición. El permiso que era hasta las 10 lo fui alargando a mi manera hasta la 1 y 30 am. Llegué dando eses por toda la casa y caigo rendido después de comer un alguito.... Después de 5 horas mi boca casi no se abre de la seca que tenía. Me dolían los ojos, los brazos, las rodillas.... Todo mi cuerpo era un sólo organismo quejumbroso y ávido de agua, una gatorade, un escuas, una dasani, en fin, cualquier tipo de líquido. Y de nuevo la frase tan enunciada en un guayabo "uy es que yo no vuelvo a tomar de esa brava. Esa brava si que es brava!!!!"

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